¿Qué es la atención plena?
La atención plena es la capacidad de relacionarse con el momento presente, de permanecer en él y de centrarse en el presente. Mediante el uso de actividades de atención plena, podemos reconectar con nuestro cuerpo, con nosotros mismos y con el presente, aumentar nuestra autoconciencia y hacer frente a los factores que nos producen ansiedad o nos nublan la mente con mayor facilidad.
Relación entre psicología y la atenión plena
En el mundo actual, en el que estamos constantemente expuestos a estímulos, cada vez es más difícil permanecer en el momento y captar el instante. No ser capaz de permanecer en el momento, estar más allá o detrás del tiempo vivido, altera la percepción de la conciencia. Como resultado de este deterioro, el cuerpo se pone a la defensiva y comienza a producir estrés. Este estrés puede conducir a problemas psicológicos negativos no deseados, como la ansiedad, los trastornos emocionales y los trastornos psicosomáticos. Por esta razón, la ciencia de la psicología, que examina la mente y el comportamiento humanos, busca soluciones a los problemas actuales de las personas. La atención plena puede ser una de las comprensiones que solucionen estos problemas. Por eso, en los últimos años, la mayoría de los investigadores del mundo de la psicología han comenzado a realizar investigaciones bibliográficas sobre la atención plena. Los estudios en psicología positiva y psicología clínica revelan que las prácticas de atención plena tienen resultados científicamente medibles, y debido a estos estudios, se ve que las prácticas de atención plena pueden beneficiar la calidad de vida, la salud física y psicológica de la persona.
Cómo afecta la atención plena al cerebro y al sistema nervioso
Las prácticas de atención plena mejoran nuestras habilidades cognitivas. Las neuronas del cerebro, los nervios responsables de los pensamientos, los sentimientos y las acciones, trabajan para crear vías por sí mismas. Realizar una actividad repetidamente refuerza las conexiones neuronales. Este sistema también se aplica a las prácticas de atención plena. Las investigaciones sobre atención plena han descubierto que las prácticas de atención plena provocan un aumento de la densidad de la materia gris en el hipocampo y otras áreas frontales del cerebro con el paso del tiempo. Este aumento contribuye a incrementar la velocidad de aprendizaje y a mejorar las habilidades cognitivas y la memoria. Asimismo, se ha observado que la atención plena incrementa la función cognitiva, la atención y la autoconciencia haciendo que aumente el grosor de la ínsula anterior y la cortical.
- Importantes investigadores en este campo afirman que practicar la atención plena durante 20 o 30 minutos al día cambia y mejora la estructura cerebral de una persona un año después.
Nuestro sistema nervioso simpático produce una respuesta de lucha o huida cuando estamos en peligro, por lo que nuestro cuerpo libera hormonas del estrés, pero a veces nuestro sistema nervioso simpático puede segregar esta hormona cuando no estamos en peligro, sino solo durante un problema de la vida cotidiana que nos cuesta superar, por ejemplo, en el tráfico. Tras la liberación de esta hormona del estrés, nos encontramos con un estado de ánimo ansioso, enfadado y poco consciente. Las prácticas de atención plena pueden desactivar la respuesta de lucha-huida producida por nuestro sistema nervioso simpático. Mientras que la meditación, que es una de las prácticas de atención plena, desactiva nuestro sistema nervioso simpático, activa nuestro sistema nervioso parasimpático y así el cuerpo comienza a escuchar y a relajarse. También podemos reducir nuestra reactividad emocional al tiempo que calmamos nuestro sistema nervioso simpático mediante la meditación. De esta forma, cuando nos encontramos con el factor que nos estresa, podemos hacernos la pregunta «¿quiero responder de esta manera ante esta situación?», y mejorar nuestras habilidades para afrontar los factores que nos preocupan.
Atención plena y salud mental
Especialmente en los últimos 30 años, con el aumento de la tasa de aparición de trastornos psicológicos y la especificidad de los criterios de diagnóstico, se ha empezado a destacar la importancia de la salud mental. ¿Y qué lugar ocupa la atención plena en todo esto? Ahora sabemos que la atención plena puede desempeñar por sí mismo un papel en los trastornos emocionales y de ansiedad basados en el estrés. Los expertos destacan que las prácticas de atención plena tienen efectos positivos directos en las personas que padecen estos trastornos psicológicos, especialmente si existen problemas como la ansiedad por el futuro, las adicciones, los problemas de sueño, el dolor crónico, y la mente siempre está llena de problemas psicológicos comunes como el trastorno de ansiedad, los trastornos de pánico, la depresión.
- Un artículo de la Universidad de Oxford publicado en noviembre de 2013 aportó pruebas sustanciales de la eficacia de las prácticas de atención plena. Cuando se examinaron 273 personas que completaron el programa de atención plena, se vio que estas personas después de una media de 1 mes.
- Reducción del 58% en los niveles de ansiedad
- 57% de reducción de la depresión
- Se ha observado una reducción del 40% en el estrés.
Este y muchos otros estudios importantes sobre atención plena han dado pasos científicos importantes hacia la publicación de estas prácticas y su aplicación en los enfoques de tratamiento de la psicología y la psiquiatría. Pero, ¿cómo es posible que los resultados de las prácticas de atención plena sean un dato tan relevante para nuestra salud psicológica? Porque tomar conciencia, respirar correctamente y practicar ejercicios de meditación en nuestra vida diaria nos lleva a controlar nuestras reacciones y emociones, y esto nos fortalece psicológicamente. Mantener nuestra conciencia fuerte y tomar el control de nuestro cuerpo y nuestra mente en la medida de lo posible, sin dejar que el estrés y la ansiedad gobiernen nuestra vida, aporta un estado de bienestar para nuestra salud psicológica.
Terapia basada en atención plena y psicología clínica
Al comprobar los terapeutas que las prácticas de atención plena pueden enseñar a los clientes más sobre las emociones, aumentar la atención y la concentración y mejorar las relaciones, algunas escuelas de psicología clínica han empezado a incorporar las prácticas de atención plena en sus técnicas terapéuticas. Porque la atención plena influye en la forma de relacionarse con las experiencias. Por lo tanto, nos proporciona un conjunto flexible de habilidades para gestionar nuestra salud psicológica y apoyar nuestro bienestar. Áreas en las que se incluye la atención plena en los programas de reducción del estrés:
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Terapia cognitiva basada en atención plena (MBCT, por sus siglas en inglés): La MBCT está recomendada por el Instituto Nacional de Salud y Excelencia Clínica (NICE, por sus siglas en inglés) para la prevención de la depresión recurrente. Esta técnica incorpora técnicas de atención plena como la meditación, los ejercicios de respiración y los estiramientos a las técnicas de terapia cognitiva conductual para ayudar a romper y reducir los pensamientos y patrones negativos en la depresión recurrente. -
Reducción del estrés basada en la atención plena (MBSR, por sus siglas en inglés): La MBSR tiene como objetivo mejorar los períodos prolongados de estrés que pueden conducir a una mala salud mental y física. Aunque la MBSR es una técnica terapéutica para gestionar el estrés en individuos que no tienen problemas de salud psicológica, también puede incluirse en los métodos de tratamiento y utilizarse como técnica de apoyo para personas con síntomas de ansiedad. La MBSR se usa específicamente con la Terapia de Aceptación y Compromiso y la Terapia Dialéctica Conductual.
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