En nuestra vida diaria, hay algunos comportamientos de los que ni siquiera somos conscientes, pero que hacen que nuestro día tenga sentido y nos hagan sentir bien. Los buenos días que nos da un compañero de trabajo cada mañana, la sonrisa que se dibuja en la cara de alguien conocido durante el día, la amabilidad de una persona que trabaja en una tienda en la que compramos, o el agradecimiento por un pequeño gesto…
Estos pequeños, pero importantes detalles de la vida son suficientes para calentar nuestro corazón y darnos buenas sensaciones. El movimiento de los dos labios es quizás suficiente para hacer que todo nuestro día sea hermoso. De hecho, hay veces que personas que no conoces, pero que recuerdas con su buen comportamiento se hacen un hueco en tu corazón.
La bondad es la fuente de estos pequeños pero significativos comportamientos. Aunque su definición en el diccionario es tratar a los demás con amabilidad, generosidad y consideración, puede significar más o diferentes cosas para cada uno de nosotros. Ser bondadoso es ser considerado para algunos de nosotros, ser útil para otros y mostrar empatía para otros. Sin embargo, la bondad siempre se fomenta.
El valor social de la bondad nos permite pensar no solo en nosotros mismos, sino también en los demás. Nuestro entorno, la naturaleza, las personas… Es una característica de la amabilidad sentir que los demás te valoran y, al mismo tiempo, hacer que la otra persona lo sienta.
La psicología de la bondad
Todos vemos que la bondad tiene un efecto positivo en muchos ámbitos de nuestra vida. ¿Pero sabes que ser bondadoso también afecta a nuestro bienestar psicológico?
Los estudios han demostrado que las personas que hacen de la bondad una parte de su vida se sienten más felices y, en términos generales, parecen tener un mayor bienestar psicológico.
¿Por qué se asocia a la bondad con el bienestar psicológico?
Los mecanismos de recompensa de nuestro cerebro se activan cuando hacemos o incluso pensamos en cosas que nos producen placer, y liberan dopamina (una sustancia química producida naturalmente en nuestro cuerpo). Actividades como ofrecer un café a un amigo o dar una pequeña sorpresa a alguien pueden activar estos centros en nuestro cerebro.
Ser bondadoso con los demás hace que la gente nos responda de la misma manera. Esto funciona naturalmente como un mecanismo de recompensa, aumentando nuestra sensación de felicidad y, en última instancia, nuestro bienestar. Se sabe que los comportamientos altruistas sin esperar nada a cambio también aumentan el bienestar.
Especialmente en estos tiempos difíciles, los efectos positivos de un enfoque bondadoso en nuestras vidas son enormes. Nuestra armonía con el entorno está relacionada en gran medida con el nivel de bondad en nuestro trato con los demás. Por eso es esencial que todos hagamos de la bondad una parte de nuestras vidas para construir relaciones eficaces, satisfactorias y positivas.
7 formas de incorporar la bondad a tu vida:
1. Elogio
Puedes alegrar tu día con un pequeño cumplido a alguien. Puede ser un vecino, un compañero de trabajo o alguien que no conoces.
2. Sonríe
Acercarse a la gente con una cara sonriente puede hacer que su día sea más agradable, especialmente a las personas que no conoces mucho o con las que te comunicas brevemente durante el día.
3. Da las gracias
De vez en cuando, podemos olvidarnos de la gratitud, que es una de las herramientas de refuerzo positivo. Puedes plantearte dar las gracias más a menudo para fomentar la positividad y apreciar lo que hace la gente.
4. Regala
Regalar a un amigo, a un familiar o a un compañero algo que sepas que le gustaría especialmente recibir, no tiene por qué ser algo grande, puede ser un regalo muy pequeño, o simplemente tomar un café y entablar una conversación puede mostrar tu generosidad y consideración.
5. Prioriza
Dar prioridad a alguien que tiene prisa mientras espera en una fila, o ceder el paso para que alguien cruce al carril mientras conduce por la carretera pueden ser acciones pequeñas pero efectivas.
6. Crear tiempo
Tómate el tiempo necesario para hacer que la gente sienta que te importa y la valoras. Por ejemplo, puedes empezar por revisar tus relaciones y el tiempo que pasas con tus familiares o amigos.
7. Sé amable contigo mismo
En primer lugar, intenta ser amable contigo mismo, porque ser bondadoso con los demás significa serlo primero contigo mismo (autocompasión) y requiere comprensión.